¿Ha pensado alguna vez en usar productos antimoho? Aunque no es tan conocido, los hongos son seres vivos que tienen una relación muy grande con los humanos, especialmente en relación con la comida.
Muchas setas, por ejemplo, se utilizan directamente en la alimentación, como las setas y las trufas. Otros hongos se utilizan como suplementos debido a su composición química y nutricional, como las levaduras, que se utilizan en la pasta y las bebidas.
Algunas especies de mohos, como se conoce popularmente a los hongos filamentosos de estructura física simple, se consideran manjares culinarios, dando un sabor diferente a algunos tipos de queso, como el gorgonzola, el roquefort, el camembert y el brie, que se fabrican de tal manera que el hongo no daña el alimento, porque la mayoría de los mohos, como las especies del género Rhizopus son responsables de la descomposición de muchos alimentos.
Muchos alimentos, como el pan, tienen su función alimenticia perjudicada por la proliferación de hongos, que contaminan el alimento, haciéndolo no apto para el consumo humano.
El uso de productos antimoho en la producción de alimentos
El proceso de proliferación de los hongos en los alimentos es natural, en lo que respecta a la comercialización, no es rentable en absoluto, porque los productos se estropean muy rápidamente y habría que deshacerse de ellos incluso antes de comprarlos, lo que causaría enormes pérdidas a los fabricantes.
Teniendo en cuenta estos hechos, la industria alimentaria buscó la ayuda de la ciencia para desarrollar estrategias para que los alimentos sean duraderos y resistentes al moho. Así es como los productos llegaron a ser antimoho, que tiene por objeto erradicar la posibilidad de proliferación de hongos, o al menos posponer el proceso natural, asegurando una vida mucho más larga al producto.
Estos conservantes actúan no sólo para que el producto sea más duradero, sino también para que los alimentos lleguen más sanos al consumidor, ya que una vez contaminado por un hongo, el producto puede provocar un daño considerable a la salud, causando alergias respiratorias, diarreas, intoxicaciones alimentarias e incluso cáncer, según el tipo de hongo y el nivel de proliferación.
El proceso de aplicación del producto antimoho puede hacerse con el material en estado líquido o en polvo. En el caso del polvo, el conservante se utiliza en la mezcla cuando el producto está todavía crudo. En forma líquida, o antimoho líquido es rociado por pulverizadores manuales, pistolas o máquinas pulverizadoras, que esparcen el antimoho líquido en todo el producto cuando esté listo. También es común para antimoho se aplica al envase del producto, sin que esto interfiera con la eficacia del producto.
Puedes encontrar el antimoho líquido ya listo, pero también es común fabricar el producto químico con una consistencia más densa, apto para ser diluido con alcohol de grado alimenticio de 96°, sin interferir en su eficacia. Normalmente, una mezcla de 5 litros de alcohol, con 250 ml de antimoho son suficientes para una aplicación satisfactoria.
También hay algunos conservantes de sabor, adecuados para su aplicación en alimentos específicos. Sin embargo, la mayoría de estos conservantes tienen aspectos incoloros y sin sabor, incluso si estas condiciones pueden cambiar más tarde.
Los productos sometidos al proceso de aplicación sin moho necesitan un tiempo estimado de tres horas para que el conservante surta efecto.
La forma manual de aplicación del producto antimoho, son la forma más sencilla de realizar este servicio, sin embargo, no la más eficaz, ya que la forma manual puede no establecer un equilibrio con la cantidad de conservante utilizada en cada producto, algunos pueden recibir una cantidad mucho mayor o mucho menor que otros. Otro problema es que el proceso manual puede retrasar una producción en gran escala, ya que requiere una cierta cantidad de tiempo y la voluntad del profesional que realiza una tarea tan agotadora.
Por esta razón, los grandes productores de alimentos optan por la aplicación automatizada de productos antimoho por medio de máquinas especializadas, que no sólo realizan la tarea con mayor rapidez, sino que también son más eficientes en la difusión de la antimoho líquido en todo el producto.
El proceso en la máquina es bastante simple, sólo hay que poner los productos ya listos en una cinta transportadora automática y esperar a que la máquina realice todo el proceso por sí misma, requiriendo que el profesional responsable sólo siga el procedimiento y espere a que los productos estén debidamente terminados y listos para ser empaquetados.
Vale la pena recordar que tanto el proceso automatizado como el manual pueden ser utilizados en cualquier alimento basado en masa fermentada, y no sólo en el pan. Productos como la masa de la pizza, bizcochos, tortas y panettones también pueden ser sometidos al proceso.
Luchando contra el moho en casa:
Teniendo en cuenta los males que puede acarrear el moho por su proliferación en los alimentos, se han desarrollado algunas técnicas para preservar los alimentos, especialmente los panes, que son consumidos constantemente por las personas, pero que también están muy afectados por los hongos.
Algunas de estas técnicas son bastante sencillas, y son comúnmente utilizadas por muchas personas en la vida cotidiana, como el simple gesto de guardar el pan en un lugar adecuado, generalmente lejos de demasiada luz y de temperaturas demasiado calientes o frías. Mantener la comida alejada de la humedad también es suficiente para que los hongos no se manifiesten.
También se puede conservar el pan de una manera muy apropiada con el uso de objetos especiales, como puertas o cestas para el pan, que pueden ser de metal, madera o cerámica, todos ellos son de gran ayuda para mantener el pan fresco y libre de humedad.
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